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Marilyn...del Cuyaguateje

!Ay los baches...!

 Los huecos en la calle, los baches o como se les denominen, dan dolores de cabeza, no solo a los conductores de vehículos, sino a los vecinos colindantes de ellos pues cuando el equipo automotor cae, se siente el ruido como si estuviera dentro de la propia casa.

Pero vamos a hablar de un bache imaginario para no caer en complejidades. De un bache de 20 centímetros de diámetro, o de un metro… ubicado en cualquier vía pública o carretera del mundo.

Se sabe que bache, según el diccionario, es un hoyo o hendidura que crece y prolifera, provocado principalmente por el tránsito vehicular continuado.

Podemos hablar incluso de un bache en gestación, incipiente, insignificante que aún no implica contratiempos, o de uno enorme que se localiza supuestamente en una de las carreteras llamadas rápidas, las Autopistas, a causa de que por allí cruzan repetidas andanadas de camiones y rastras, además de algunas rutas de ómnibus.

Es que el tema de los baches no queda solo en este contexto, el del tránsito. Recientemente leí un artículo de una revista especializada que analizaba el costo financiero de los baches. ¿Cuánto vale un bache? Era la pregunta del articulista. La respuesta del asunto no es sencilla., cuesta según varios aspectos: el tamaño, la vía dónde se le ubica y sobre todo por la cantidad promedio de vehículos que transitan por allí en horas laborables y luego durante la noche.

 Puede costar, en dinero sonante, entre casi nada y un montón de pesos al día. Sin entrar todavía al problema de las afectaciones ecológicas, incide abultando siempre los costos de elaboración industrial o de prestación de servicios, además de los de transportación.

Un bache pequeño si se esquiva con un golpe de timón, sale barato, apenas masticadas las gomas derechas o izquierdas de un medio centenar o un medio millar de autos, ómnibus, camiones… acarrearía gastos entre 40 y 120 pesos diarios, considerando el precio oscilante de los neumáticos.

Con relación a otros que crecen y ocupan la mitad de la carretera, es difícil salvarse y solo se logra de forma parcial afincando el pie al freno y entrando al hoyo lo más suave posible. Un bache semejante, en una vía de trasiego, costaría un aproximado entre mil y cinco mil pesos diarios, aunque menos durante los fines de semana.

El tema es amplio, las averías que ocasionan; los choferes pocos precavidos y los “cogen” intencionalmente; la afectación de las cargas si se trata de equipos dedicados a esa labor…en fin, que acortan su vida útil.

Un bache menos significa ahorro económico y beneficio ecológico, por ello es mejor reducir su ferocidad en su inicio, cuando apenas la pequeña boca tiene dientes y experiencia en morder.

De los baches se comenta mucho, unas por lo incómodos que son, otras porque sorprenden al más pinto y otras porque obliga al conductor del vehículo a reducir la velocidad.  Son así, irreverentes, mas por eso no se les puede tratar como un bache cualquiera.

 

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