En favor de la vida

  Un paso cualitativamente superior quizás sea el momento de intertar dar en lo relacionado con la cultura vial. El sistema educativo ya está preparado para enfrentar el reto.

Porque la cultura de las vías forma parte de la cultura general del hombre actual, y por tanto, su aprendizaje ha de comenzar desde bien temprano.

Sobre este asunto son muchas y diversas las opibniones y puntos de vista, ora desde la óptica de especialistas del tránsito, o desde la de pedagogos, o la de simples vecinos del barrio. Pero entre ellas hay un común denominador: en la vía pública no puede nadie moverse ignorando completamente sus reglas y normas, so pena de perder la vida o pasar por malos momentos.

Mas, resulta que en general el cubano hasta hoy recibe ese aprendizaje para los diferentes papeles - peatón, conductor, etcétera - que jugará en la urdimbre de las calles, carreteras, avenidas cotidianamente, de forma casi siempre empírica, "chocando"con la necesidad.

Sin embargo, tal realidad puede trasformarse de modo imperceptible en mediano y largo plazos, si comenzamos a vertir dosis de estos relevantes conocimientos para la vida desde los primeros años.

Los juegos, útiles y agradables, pueden ser un vehículo singular para aprender disfrutando, en un proceso que ha de ir de lo simple a lo complejo. No tiene que ser asignatura, ni tedio, ni descargas insulsas.

Se trata de dosificar conceptos, mensajes visuales, crear reflejos y patrones de conducta, según la edad, el grado escolar, el nivel de enseñanza, de manera que el menor aprenda in crescendo hasta que al vencer la enseñanza media, resulte un individuo preparado para transitar sin accidentes, con fluidez, conozca derechos y deberes, avozore los peligros.

Esta dosis de cultura puede vincularse a los contenidos de diversas asignaturas o a otras acciones educativas. Instrumentar el tema es de todos. Solo hago una sencilla pero útil propuesta a favor de la vida.