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Marilyn...del Cuyaguateje

Con el lenguaje que invita a crecer

Con el lenguaje que invita a crecer

NERSYS FELIPE

 Con  pausa, elegante, de una finura poco común, despliega las palabras como saldados de infantería, en orden. Como escritora para los niños, posee una enorme libertad de improvisación, una comunicación espontánea que la posibilita conectarse con esos pequeños infantes de manera fluida, igual que un río.Su estilo peculiar, originalidad hacen de Nersys Felipe Herrera, a los 70 años - los cumple el 31 de agosto próximo – se mantenga en ejercicio y con pensamiento disparado, desde las iluminaciones más sorprendentes, su total transparencia sigue cabalgando. ¿Método? Dice que dotar al lenguaje de ternura, de esa savia que invita a crecer, a alegrar a esos corazoncitos, a enseñar…Te entrevisté en 1995 y en el 2000. Pasados otros cinco años volvemos a encontrarnos, ¿podemos conversar?, lo prometiste.Te prometí este tercer diálogo formal pensando que nunca llegaría y llegó volando. Parece que el anterior hubiera sido ayer. Bueno, es que el tiempo vuela, mira si vuela que voy a cumplir 70 años y ni diciéndotelo me lo creo.“Los cumplo el 31 de agosto, soy Virgo, igual que Jesús, mi marido, y Gabriel, mi hijo. Y porque ese es el día de San Ramón Nonato en el santoral católico, el cura de Guane me dio el nombre de Ramona; Gisela me lo había dado mi padre; Tersita, mi madre, y Nersys, sacado de una novela, mi tía madrina. Por eso fue bautizada como Nersys Teresita Gisela Ramona. Me gusta mucho contar esto”.¿Siempre vuelves a Guane. Y volviste en el cuento En Guane con tía Tota. Leyéndolo en la revista Cauce me encontré con el médico de Cuentos de Guane, por qué otra vez ese personaje”.“Antonio María era el mejor amigo de Chano Canals, mi abuelo, y visita obligada a su casa cuando mi abuelo y yo salíamos a pasear. Lo recuerdo buen mozo, perfumado, sonriente… y como el pueblo tenía otro médico, cuando se les comparaba, Antonio María salía ganando por su afable y servicial naturaleza. Aquellos médicos de pueblo, los que eran como él, fueron los precursores de nuestros médicos de hoy. No distinguían entre ricos y pobres y estaban siempre a disposición de sus enfermos, sobre todo de los más necesitados: por eso es justo recordarlos, aunque te confieso que me propuse eso al escribir la historia que leíste en Cauce. Fue Antonio María quien llegó a  mi casa con el mismo desenfado con el que mi abuelo y yo llegábamos a la suya, y no solo para envolvernos eb su varonil olor a lavanda, sino también para colarse sin permiso en el cuento que yo estaba escribiendo”.Este año Cuentos de Guane cumple 30 años de premiado y en el 2006 Román Elé, editado en Lituania, España, Argentina, Colombia y Holanda, y en Cuba por la Casa de las Américas, Ediciones Loynaz y Gente Nueva. ¿Cómo nació este libro?“Empecé a escribirlo el día en que un joven realizador de Radio Guamá llegó a mi casa y Jesús, mi marido, lo llamó Román Elé. Era un hombre dulce, redondo, africano, sin dudas en su Elé, y me atrajo tanto que no pude resistirme, cogí papel y lápiz y lo describí y llamé así a un niño negro, porque negro era el amigo de Jesús. Se había desatado, al conjuro sonoro de solo un nombre, el hilo de la creación”.Veo que no es cierto lo que algunos piensan, que escribiste ese libro porque de jovencita te enamoraste de un muchacho negro. ¿Por qué entonces esa historia en la que tanto peso tiene la negritud?“La primera mujer de Chano Canals, mi abuelo, fue una mulata casi negra llamada Militina, cuyo empaque de gran señora conocí siendo niña por su retrato, colgado en la saleta de nuestra casa de Guane. Allí había estado siempre, y allí había seguido al casarse mi abuelo con la madre blanca de sus últimos hijos. Ella acabó de criar a los huérfanos y yo tuve un montón cariñosísimo de tíos y tías mulatos. Quizás por eso, y porque desde que pudo sacarme a pasear solo, sin que mi madre protestara, Gabriel Felipe, mi padre, me llevó lo mismo a la casa rica de sus patrones, los dueños de la Planta Eléctrica, que a la humilde de su mejor amigo, lindero como él, de más de seis piés de estatura y apodado Negró por el color de su piel, que resplandecía de tan prieta. A Negró le gustaba alzarme hasta sus hombros y todavía m,ás allá, y entonces sus brazos eran para mi los mejores del mundo porque me permitían tocar el cielo.“Quizás por eso también, y como los hijos de aquel amigo de mi padre y el montón cariñosísimo de mis primas y primos mulatos, quienes nos reuníamos en mis cumpleaños con las niñas blancas que estudiaban conmigo en el colegio de las monjas, lo negro y lo mulato se me juntaron con lo blanco, y en forma tan armónica que lo uno nunca fue mejor que lo otro. Sí, quizás por todo eso”.Según Onelio Jorge Cardoso, Cuentos de Guane es un canto al amor, a la vida, al hombre mismo. Y según la escritora Alga Marina Elizagaray, Román Elé es un asalto a la ternura. Hoy, a siete años de la primera edición de Maísa, y a solo meses de la cuarta edición, a cargo de la Editorial Cauce, ¿qué es ese libro para ti?“Maísa es el libro de mi padre y de mi relación con él, relación que no necesitó de tantos besos ni abrazos para satisfacerme, y hasta tal punto, que a más de 20 años de la muerte de Gabriel Felipe, el recuerdo de la vida que compartimos aún me sostiene y nutre. A él y no a mi madre llamaba de noche si despertar me asustaba; era él quien me hacía los jugos de naranja de china dulce cuando me levantaba con los claros del día a estudiar para los exámenes de la Normal de Maestros; y cuando cometí, ya nacido mi segundo hijo el primer gran pecado de mi vida, fue él quien estuvo conmigo aliviándome y compartiendo conmigo, durante aquella larga noche, mi remordimiento con Maíta, la abuela paterna de mis hijos, de la que solo atenciones y cariño yo había recibido. Fue él quien volvió a juntarnos, sin hacerse notar y para que yo pudiera pedir y recibir perdón.“Por eso a las palabras de Martí que cobijan a Maísa: Toda madre debiera llamarse Maravilla, yo le agregué respetuosa ¡ Y algunos padres también!”.Cada vez que terminas un libro crees que no podrás escribir otro. Lo has dicho. ¿Sentiste lo mismo recién acabado el último?“Y con gran certidumbre, porque aunque son 70 los años que cumplo, cumplen más de 70 mis ojos. Han leído, estudiado y escrito mucho, sobre todo leído, y se me quejan bajito y luego más alto, y si los ignoro, acaban exigiéndome a gritos que los deje tranquilos. Y como tengo que dejarlos, y si tenemos en cuenta mis muchas obligaciones caseras, implacables ladronas del tiempo, lograr un libro nuevo sería casi un milagro, y no se sustenta de milagros la obra de un escritor. Pero este último está bien; sus nueve cuentos y su única carta, todas de  duendas y duendes y dedicado a mi nieta Cecilia, pues mi nieto Marco ya tiene a Pajuela Fina. Lo que  todavía es el título, son difíciles a veces los títulos, ando en busca de uno que al oírlo dé gusto y convide a la lectura. Sola o con ayuda, lo encontraré, la ayuda de mis amigos será siempre bienvenida, sobre todo si son sabios y bien intencionados. Bueno, s no  fueran bien intencionados, no serían amigos”.Cinco años han pasado desde nuestra última conversación formal. Sé  que lo mejor de ellos ha sido Cecilia, ya de cuatro años y medio, y ue se sabe de memoria, claro que a su modo, Cuentos de Guane, pero sé también que te ha ido muy bien profesionalmente, estuve investigando y he aquí mi pesquisa: dos de tus guiones para niños merecieron premios en dos festivales nacionales de la radio y en dos concursos caracol. Pajuela Fina, Maísa y Román Elé,  fueron publicados por Ediciones Loynaz, Editorial Cauce y Gente Nueva, respectivamente; recibiste el premio D¨Arte por segunda ocasión y el del Festival Provincial de la Radio; Ediciones Unión y la UNEAC también te homenajearon y el Instituto Cubano del Libro te dedicó su prestigioso espacio El Autor y su Obra, así como mereciste el premio magistral La Rosa Blanca por la excelencia, relevancia y continuidad de tu obra literaria dedicada a los niños, entre otros ¿Algún comentario Nersys?“No sé cuál es el lugar, pero me place estar ahí, junto a los que tan bien escriben para los niños: los de mi generación, los que nos siguieron y los más jóvenes, destinados sin dudas a escribir mejor que nosotros: De hecho algunos ya escriben así, y es bueno eso de que el alumno aventaje al maestro, aunque, claro, respetándolo y reconociendo lo que de su maestro aprendió. Sí, es bueno, porque si no todo se detendría y sería muy aburrido.

Te aseguro que no haré nada que no quiera hacer, y si no llega otro libro, ni merezco más premios ni reconocimientos, atesoraré hasta aquí lo logrado y nos querremos mis hijos, mi marido Marco, Cecilia y yo. En la vida hay que tener un punto de apoyo para si uno falla, el otro nos sostenga”.

Por: Marilyn Blanco

2 comentarios

Víctor -

Hola Víctor, lamento no puedas tener ninguna publicación de esa escritora pinareña, muy buena en literatura para niños. Ahora le publicaron Corazón de libélula, muy lindo también, trata de duendes y hadas, Ojalá pudieras adquirirlos, y sí ella es muy apegada a Guena, mie pueblo también. Marilyn

Víctor -

Muy bonito Guane, según se lee en el artículo.
Lástima que aquí no se vendan libros de la autora.
Intentarè acceder por internet.