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Marilyn...del Cuyaguateje

Dos goles de Messi dan triunfo al Barza frente al Real Madrid

Dos goles de Messi dan triunfo al Barza frente al Real Madrid

Messi, con dos goles que le confirman como el mejor del mundo, marcó dos goles a un Real Madrid rácano que jugó con diez por la expulsión, rigurosa, de Pepe. Fue un clásico feo. Ganó el que propuso fútbol, frente a un mísero plan. Es cierto que acabó con once y que tiene a Messi. Pero tiene un plan.

Con un ritmo muy inferior al de Copa, sin un Madrid mordiente, arrancó el partido tras una nueva polémica por el césped. Podríamos decir que influyó para el ritmo lento inicial, pero no fue así. Parecía no jugar en su estadio el Real Madrid, pero eso ya lo deberían haber sabido cuando firmaron a Mourinho. Renuncia absoluta local al balón. Daba dolor de corazón ver a Xabi Alonso corriendo detrás del balón, sin opciones de jugarlo. Eso no es jugar al contragolpe, es jugar al error del rival...

Cristiano gesticuló pidiendo a sus compañeros que presionaran. Sintomático y muy feo. Nadie se movía en campo de un Barcelona que tuvo las primeras opciones de gol en la primera media hora. Un tiro de Villa, entrando por la izquierda, que rozó el palo y tres disparos de Xavi. En uno hizo trabajar a Casillas tras un gran pase de Leo, algo gris en el inicio.

Plan triste local

El plan de Mourinho quizá está muy estudiado y pero lo cierto es que le hicieron dos muy claras en el tercio inicial del duelo. Tiene a Casillas, como hace un año tuvo a Julio César. El éxito del planteamiento queda siempre a expensas de una genialidad. De dos, una en área propia y otra en la rival. En la otra la mejor opción fue un cabezazo de Pepe... hasta un disparo lejanísimo de Cristiano que Valdés no blocó por un extraño del balón.

Tras el vergonzoso espectáculo del túnel de vestuario, un macarrismo en el que se han movido siempre como pez en el agua os equipos entrenados por Mourinho, volvió el fútbol... mejor dicho el partido. Sin Ozil y con Adebayor en el bando local. Xabi Alonso intentó sorprender desde lejos a Valdés, que luego tuvo que salir a tapar una internada por banda de Cristiano que empezó a buscar a Puyol, imperial y que mantiene un orden defensivo que se notó en la final de Copa, por orden de Mourinho.

No se volvió a jugar al fútbol, porque el balón quiso caer junto a dos enemigos del fair-play. A Pepe se le volvieron a cruzar los cables y Alves tiró de repertorio. Arriesgó demasiado en un balón dividido, llegó tarde y le pegó al defensa. Roja. Lío y expulsado también Mourinho. El Madrid otra vez acabó con y sin su entrenador en el banquillo. No es casualidad, es una consecuencia lógica al plan.

Rojas y polémica

El partido se fue caldeando. Apenas se podía rescatar algo de fútbol. Pese a la inferiodidad el Madrid mantenía su misma idea. El Barcelona buscó la profundidad supliendo a Pedro, que obligó a Casillas a aparecer, por Afellay. Y acertó Pep. El holandés se fue de Marcelo la puso al área y allí apareció Messi para fusilar entre las piernas a Iker. El Madrid se quedó groggy, muerto. Dudó el Barcelona en matar o no el partido. Al final lo hizo con Messi, que se marcó otra jugada espectacular para castigar el plan de Mourinho.

El portugués siempre busca la cortada arbitral. No recuerda que ganó su primera Champions con el Oporto gracias a un error arbitral de Merk en semifinales ante del Deportivo y se ayudó de los de Benquerença el año pasado. Lo único cierto es que el Madrid tiene jugadores para jugar mucho mejor al fútbol. La clave es querer hacerlo. Sus jugadores lo intentaron en Mestalla y lo consiguieron. Kaka, Benzema y Higuaín se quedaron en el banquillo esta vez. Su entrenador, que sólo hizo un cambio, prefiere tomar atajos. Y depender de los chispazos individuales, sean de su portero, su delantero o el árbitro. 300 millones de euros para que Mourinho gane una Copa, sea española o inglesa, parece mucho dispendio.

-Eurosport-

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