Ganó el Barza al Levante 2-1
No hubo goleada culé al Levante. Más bien todo lo contrario: Una sufrida victoria, por la mínima, y con un amago de disgusto final. Los dos goles de Pedro dejaron el (2-1) con el que el Barça comienza el año como líder.
Un accidente, tal vez. Mezclado por las importantes bajas de Messi, Puyol y Piqué y por la advertencia previa de Guardiola de que la Navidad puede indigestarse. El caso es que es que el Levante que salió goleado del Bernabéu no hizo acto de presencia en Barcelona, rebelándose contra todos los pronósticos que auguraban una goleada muy fácil.
A los valencianos les bastó orden y no comprometer ningún balón que llegara cerca del área de Reina. El Barça postnavideño y sin Messi fue un equipo menos brillante y eso hizo que el Levante, más si cabe, estuviera cómodo con su papel durante toda la primera parte. Como es lógico y natural las primeras acciones de ataque llegaron del lado azulgrana. Un tiro lejano de Iniesta y una disparo escorado de Bojan fue el poco repertorio que ofrecieron los locales.
Esperando que el balón circulara rápido, que Alves subiera como un puñal por la banda y que Iniesta o Xavi sirvieran buenos balones para Villa y Bojan, llegó el primero de los varios sustos que tuvieron que sufrir los aficionados culés. La maquinaria no funcionaba del todo bien y, empezando desde atrás, Víctor Valdés estuvo a punto de cometer un error fatal al tratar de jugar un balón con el pie. Su pase llegó a Xisco Nadal y él mismo sirvió a Rafa Jordá quien, solo en el área, falló ante un Valdés que estuvo muy rápido para enmendar su fallo.
Tintes polémicos
El susto estaba dado y el juego del Barça seguía requiriendo de altas dosis de paciencia. El descanso llegó pero la sombra de esa duda ya estaba alargada cuando el propio Nadal también marró en el segundo palo un servicio de Del Horno desde la izquierda. Llegaron muy poco, pero sacaron mejores acciones que su rival. Incluso se pidió un penalti sobre Juanlu por un contacto de Eric Abidal.
La segunda parte comenzó de la mejor forma posible para que el Barça dejara de pasar apuros y empezara a tomar con fuerza las riendas del partido. Primero Alves y el propio rechace que generó su insistencia dentro del área, hizo que el balón cayera cerca de Pedro. El canario también se entretuvo pero su disparo vio la dirección correcta. Era el primero y Guardiola rápidamente quiso enviar un mensaje: Mascherano fuera y dentro Thiago Alcántara.
Este golpe psicológico hizo buena mella en el Barcelona porque sus compañeros ya empezaban a moverse de otra forma y cada uno empezaba a hacer mejor su trabajo. De hecho, a Alves le dio por subir su banda y desde allí asistió a Pedro que, pasando por allí, se fabricó un golazo que, parecía, iba a cambiar del todo el ritmo del partido.
El Levante no acabó de hundirse y siguió perseverando. Viéndolas venir decidió aventurarse a nuevas acciones de ataque. Y a falta de diez minutos dio en el clavo con una gran volea que Stuani coló en el fondo de la red.
Perdiendo tiempo
Pudo ser mucho peor, aunque se vieron imágenes y acciones inéditas en este equipo, ya que Xavi o Busquets se ganaron cartulina por perder tiempo y los dos balones que colgó el Levante al área en los instantes finales sembraron de todavía más incertidumbre el partido que estaba viviendo el Camp Nou. Pudo ser mucho peor.
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