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Marilyn...del Cuyaguateje

Barbarito Diez y su melodiosa voz

Barbarito Diez y su melodiosa voz

Con su melodiosa y potente voz impuso un estilo que trascendió fronteras. A tales cualidades musicales unió su fidelidad al suelo natal y una actitud ética que lo distinguió para siempre. Por todo ello y mucho más, Barbarito Diez Junco vive en el recuerdo. Este 4 de diciembre se conmemora el centenario de su nacimiento en Bolondrón, Matanzas.

Tuve la oportunidad de entrevistarlo en más de una ocasión. Supe de su vida por él mismo. En cada contacto creció la admiración por este hombre caballeroso, que tenía como timbre de orgullo decir: "He visitado todos los rincones de mi país, y donde quiera he dejado un amigo. Todos me quieren y no puedo traicionarlos".

En el entonces central San Ramón de Jarrín, Bolondrón, nació Barbarito. Cuando solo contaba cuatro años de edad sus padres se trasladaron al central Manatí (actualmente Argelia Libre), donde inició, entre otros, el aprendizaje de mecánico tornero. Pero se hizo cantor. En una ocasión llegó al central el trovador, compositor y guitarrista manzanillero Carlos Benemelis buscando un cantante, Barbarito decidió presentarse, y actuó en el teatro Manatí y otros lugares. A La Habana vino en 1928, volvió en 1929 y en 1930 se fue al barrio de Cayo Hueso, lugar de estreno de los mejores sones habaneros. Conoció al guitarrista Graciano Gómez (del que posteriormente popularizaría En falso y otras de sus obras) y le montó un número. Al día siguiente entró a formar parte del trío de Graciano y del tresero Isaac Oviedo.

Consciente ya de su destino, Barbarito, no cesó de cantar. "Nosotros hacíamos nuestra vida nocturna en el legendario Café Vista Alegre, en San Lázaro y Belascoaín. Allí estaban Sindo Garay, y su hijo Guarionex, entre otros, y Dieguito Rodríguez, al que empecé a sustituir en los programas de radio de la Orquesta de Antonio María Romeu. Pero sólo de manera ocasional".

Hasta que las solicitudes para los bailes empezaron a reclamar también su presencia con la orquesta del Mago de las Teclas, a la que se integró en 1937 y con la cual viajó a Puerto Rico, República Dominicana, los Estados Unidos (1959) y otros países.

"Romeu fue un padre para mí, muy cariñoso, y un compositor inagotable. Sacaba un danzón cada vez que una canción se popularizaba, y hasta de una ópera o una zarzuela. Pero nunca dejé a Graciano, quien tuvo el gesto de cederme a la orquesta de Romeu".

En 1985, Barbarito fue protagonista de otro importante hecho al presentarse con La Rondalla Venezolana en la faceta de bolerista y serenatero, en un álbum especialmente grabado para Venezuela, a partir de una idea del productor Orlando Montiel, calorizada por Medardo Montero (entonces director de nuestra disquera EGREM), en el que incluyó Caballo viejo, de Simón Díaz; y Mis motivos, de Ítalo Pisonante, que devinieron éxitos.

Barbarito, quien falleció en La Habana, el 6 de mayo de 1995, sufrió privaciones y limitaciones en el pasado. Sin embargo, nunca dejó de ser fiel a su pueblo y a nuestra cultura.

-Tomado de Granma-

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