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Marilyn...del Cuyaguateje

Si pensaras en mi

El comercio es un negocio de dos. El que compra y el que vende. Sin el uno, el otro no tiene sentido y viceversa.

En ocasiones el vendedor se da el lujo de mirar al cliente por encima del hombro, craso error. No podemos obviar todos los embates sufridos por el comercio en Cuba. Sabemos que el bloqueo, la crisis económica, la escasez y la propia falta de hábito en la gestión de venta, marcaron este oficio, cuyo buen arte es difícil de aprender.

La realidad dice que constantemente se inauguran nuevas instalaciones en divisa y moneda nacional, por lo que la red comercial crece; se vende y se compra quizás mucho más que hace más de 40 años, sin embargo aquella máxima tan conocida como olvidada que reza: ¨el cliente siempre tiene la razón ¨, poco se relaciona con lo que ocurre en dichos lugares.

El día de apertura de la unidad, sea cual sea, el empleado actúa de forma impecable, pero seis, siete, ocho meses después son contados os establecimientos donde el cliente experimenta la  sensación de lo que realmente es: el elemento más importante. El comprador es quien aporta dinero y contribuye a que a mercancía circule, a que la gestión de venta fructifique, y a su vez es quien paga el salario de todos los empleados.

No es ocioso recordar que cuando ese señor o  señora, adolescente o niño, joven, abandonan el establecimiento sin adquirir algo, la profesionalidad de los vendedores no se vio. Por eso, para que su labor esté en línea con el mundo se desarrollan cursos de preparación profesional los cuales los hacen mejores en su labor.

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