Las Nueras, caray!

Mi abuela decía que en una casa puede haber dos de todo: dos hijos, dos bicicletas, dos perros, dos gatos, hasta dos amantes, pero nunca dos amas de casa, ¡eso sí que no! Sería un drama seguro, terminarían tirándose los cacharros.

Algunas personas se plantean que tu hijo es tu hijo hasta que consiga una esposa, pero tu hija es tu hija para toda la vida. Este dicho no hace más que confirmar lo terrible que podemos ser las mujeres, lo competitivas, absorbentes que somos, porque de otra manera no se explica que la suegra y la nuera hayan tenido, históricamente, tan mala relación….y para qué decir lo mala que es la relación cuando la vida exige que vivan en la misma casa.

Pues a mi abuela , sí a ella misma, se le ocurrió cuando se casó con el abuelo, venir a Pinar a pasear en la Luna de Miel, ya aquí viendo cómo era la vida citadina se le ocurrió a él ir a jugar en una instalación de villar, al regresar al hogar lo hicieron sin un peso. Al cabo de seis meses de vivir en casa de mi bisabuela, ya mi abuela comenzó a volverse loca porque su relación con su suegra no podía ser peor, así por muchos años, hasta que se independizaron, y volvieron a quererse, sí, pero de lejos, cada una en lo suyo. ¿Cosas de las nueras? ¡Vaya usted a saber! Lo cierto es que dos en la cocina no deben estar, pero sí pueden repartirse las tareas para mejorar la calidad de vida, la convivencia.