El fútbol corona al Barcelona
No podía ser de otra manera. Pep Guardiola cumplió su promesa de ser fiel a su filosofía y plantear el partido desde su juego de toque. Tampoco engañó Ferguson. El United saltó al terreno de juego poseído, buscando la portería con una verticalidad imponente y encerrando al conjunto catalán.
Pero cuando Iniesta, Xavi, Messi, Eto’o y compañía se sacudieron la impresión de verse en la final ante casi 70.000 espectadores, surgió la magia. Busquets la recoge y le pasa el testigo al jefe. Xavi la orienta y le marca el rumbo a Iniesta, que se recorre el centro del campo hasta el área inglesa sorteando a todo aquel que le salía al paso. El manchego ve a Eto’o y se la cede. Eto’o recorta en un palmo a Vidic y con la puntera dispara al palo corto para conseguir el primer tanto. Van der Sar pudo despejar pero no estuvo fino.
El Barcelona conseguía ponerse por delante sin ni siquiera haber comenzado el rondo habitual. Cristiano había avisado en el dos y en el nueve. En la primera de ellas, Valdés despejó al centro y Park no pudo llegar antes que Piqué para engancharla. En la segunda, el portugués controló con el pecho y su volea cruzada salió fuera por poco. El crack del United parecía más entonado que en cualquier partido de los que había jugado esta temporada en Champions, pero el gol azulgrana le frenó.
Tras el gol, comienza el rondo
El United perdió el esférico o el Barça se lo quitó con la misma facilidad que lo ha hecho durante toda la temporada ante cualquier rival que tuviera en frente. Iniesta era capaz de crear peligro por sí mismo recibiendo la pelota en cualquier lugar del terreno de juego. Xavi le apoyaba con la sobriedad que le caracteriza mientras que Messi y Eto’o esperaban el cuero que no llegó hasta mucho más tarde. Piqué en la retaguardia hizo olvidar las bajas defensivas y Puyol no desmereció a Alves cuando se animó a subir la banda. Henry hizo la guerra por su cuenta pero no llegó a rubricar sus jugadas.
Y llegó el descanso con una rapidez pasmosa, con la única acción peligrosa que protagonizó Messi hasta su gol. Se internó por la banda y su centro cruzado fue interceptado con problemas por Edwin van der Sar.
En la reanudación, Alex Ferguson intentó darle más mordiente al ataque de su equipo quitando a un Anderson perdido y metiendo a Tévez, una garantía casi siempre. No estuvo fino.
Xavi estuvo a punto de conseguir su golito con una falta algo corta de parábola para atravesar la escuadra del United. Los diablos rojos no conseguían salir del aturdimiento en el que sumieron tras el gol de Samuel Eto’o. Lo consiguieron durante diez minutos, poco más. Justo antes del gol que mataba la final y coronaba al Barcelona como Rey de Europa.
Messi sentencia de cabeza
Puyol esperó agazapado la salida del balón por el flanco de O’Shea. Cuando vio el pase saltó para hacerse con la pelota y subir con velocidad, combinar con Eto’o e intentar rematar él mismo. El despeje de la defensa le cayó al más idóneo. Xavi Hernández acarició el balón para poner una rosca preciosa desde el pico derecho del área. Messi y su 1,70 estaban en el segundo palo. El argentino sólo tuvo que saltar y esperar que el esférico golpease su cabeza para batir de nuevo al portero holandés de los ingleses.
Quedaban veinte minutos pero se desató la locura al saber del potencial del Barcelona con dos goles de ventaja y ver la impotencia del United. El Barça se sabía campeón y tenía que hacer rodar el cuero al paso de los minutos. Los pupilos de Alex Ferguson, encabezados por Cristiano Ronaldo, demostraron que no están acostumbrados a perder y en lugar de buscar la heroica, se limitaron a dar patadas.
Cristiano, Vidic y Scholes, que salió en los minutos finales, merecieron ser expulsados. Sobre todo este último que afortunadamente no le rompió el tobillo a Sergio Busquets de pura casualidad.
Los campeones no entraron en el juego y esperaron el pitido final para levantar la tercera Copa de Europa de la historia del FC Barcelona y el tercer trofeo del año. Guardiola ha conseguido lo que nadie antes había conseguido en España. Con una única idea en la cabeza y sin experiencia. La temporada 2008/2009 ha demostrado que el mejor fútbol siempre gana.
-Eurosport-
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