Iniesta vale una final

El mejor jugador del Barcelona, Andrés Iniesta, se sacaba un disparo en el minuto 93 de partido para meter al club azulgrana en la finalísima de Roma. Un final apoteósico, sin palabras, que dejaba mudo a un Stamford Bridge que ya celebraba la clasificación tras ir imponiéndose a lo largo de todo el encuentro a un Barcelona totalmente impotente en ataque, que no había disparado a puerta a lo largo de todo el partido.

Essien había adelantado a los ’blues’ en el minuto nueve (1-0), y de qué forma lo hizo. El ghanés marcaba un auténtico golazo desde fuera del área tras empalmar un balón rechazado en Touré. Toda una obra de arte que medio emulaba aquella filigrana de Zidane en la final de esta competición. Menos estético que aquél, pero con una contundencia terrible debido a su rebote en el travesaño.

El Barça dominaba el partido. Tenía la pelota, sí, pero sin chutar a puerta y por debajo en el marcador. Quizá fuese el peor partido de la temporada en este aspecto, ¡y en qué momento! No debemos en este caso tampoco restar méritos a la defensa del Chelsea, siempre con las líneas muy juntas, muy atentos a cada movimiento azulgrana. A cada balón que Xavi recibía, el Barcelona permanecía estático en ataque, con todo el Chelsea tapando huecos; así era imposible encontrar el camino.

A la final, y con diez

Todo marchaba mal. El Barcelona incluso se quedaba con diez jugadores tras ser expulsado Abildal ya en la segunda mitad. No parecía falta sobre Anelka, no le había tocado apenas, pero el colegiado no lo dudó y expulsó al lateral izquierdo azulgrana en un momento clave del partido.

El Chelsea atacaba a sus anchas y defendía como nunca. Podía haberse marchado con más goles en el marcador, pero el fútbol se iba a imponer en el final. Todo parecía preparado para aquel término, para aquel mazazo de Iniesta en el último instante. Un balón medido a la escuadra que hacía saltar como un loco a Guardiola en la banda.

El Barça se plantaba en la final tras una genialidad de posiblemente el mejor jugador azulgrana, con perdón de Messi. No podía acabar de mejor forma el partido.

Indignación ’blue’

Tenían razones los jugadores del Chelsea para estar irritados. Hubo varias jugadas polémicas dentro del área azulgrana, incluso una mano de Piqué que hubiese podido poner el segundo en el marcador de señalarse el penalti. Pero el colegiado noruego no señaló nada.

El Barcelona accedía de esta forma a su sexta final de Liga de Campeones. Con un partido casi sin tirar a puerta, pero defendiendo el fútbol vistoso que les está haciendo arrollar a lo largo de toda la temporada. Sin arriesgar, sin levantar el balón del suelo aun yendo por debajo en el marcador. Su juego este año merecía sin duda el gol de Iniesta, merecía el pase a la final.

-Eurosport-