Pinar del Río !qué lindo eres!
La pródiga naturaleza es carta de presentación de Pinar del Río, provincia más occidental del archipiélago cubano, con el 22 por ciento de su superficie enmarcada en áreas protegidas, y la distinción de conocerse en el mundo como "El jardín de Cuba".
A 36 asciende la cantidad de zonas con ese crédito, en las cuales se establece un manejo eficaz, y la protección y el mantenimiento de los recursos efectivos, a fin de lograr objetivos específicos de conservación y uso sostenible.
Entre esos lugares destacan la Sierra del Rosario y la Península de Guanahacabibes, dos de las seis Reservas cubanas de la Biosfera, donde el entorno inmaculado sugiere aún el signo de los orígenes.
Con la cima más elevada del oeste del país, el Pan de Guajaibón,de 692 metros de altura, la sierra alberga 800 especies de vegetación, decenas de reptiles y anfibios, y alrededor de 100 de aves, entre las residentes, migratorias y endémicas, como el Tomeguín del Pinar, que únicamente puede verse en esos montes.
Además, esa "vitrina natural" cuenta con la atractiva comunidad de Las Terrazas, que debe su nombre a la técnica agrícola del terraceo, favorecedora de los bosques, la cual imprime un curioso diseño a la vecindad de unos mil pobladores, empeñados en demostrar que es posible el equilibrio del hombre y su medio.
Por su parte, Guanahacabibes, en forma de cola de lagarto, agrega a la variedad de flora y fauna -parte de sus avales como Reserva de la Biosfera-, la calidad de múltiples playas, pero ninguna como "María la Gorda", que guarda en sus aguas las mayores concentraciones de coral negro del territorio cubano.
Mientras, el valle intramontano de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad, mantiene un sitio predilecto en la agenda de científicos y visitantes, desconcertados ante la peculiaridad de sus mogotes.
Así se denomina a las montañas de cimas redondeadas, que datan del período Jurásico y solamente existen en Halong, Viet Nam, y en ese paraje de la otra sierra pinareña, la de los Órganos, y enclave del sistema cavernario de Santo Tomás, con 50 kilómetros de longitud explorados.
Abundan sólo allí la Microcyca Calocoma -palma corcho-, verdadero fósil viviente, y la Oleacina Incisa, caracolillo carnívoro que se alimenta de sus semejantes, y difiere por ello de la mayoría de los moluscos terrestres, casi todos de hábitos alimentarios herbívoros.
Pinar del Río, ubicado en la longitud 84, reporta las mayores extensiones boscosas de la nación, con el 39,9 por ciento de su superficie poblada de árboles y, aunque prospera la industria forestal, es norma sembrar tres ejemplares por cada uno que se tale.
Uno de los mayores desafíos medioambientales actualmente es detener la salinización de la llanura sur, mediante acciones como la nivelación de los suelos y el perfeccionamiento de los sistemas de regadío, factores al centro de toda una estrategia que dará sus resultados a mediano plazo.
Vueltabajo registra la mayor multiplicidad biológica del país, después del extremo oriental de la Isla, y posee los más diversos tonos del color verde, manifiestos en arroceras, cañaverales y vegas de tabaco, cultivo del cual produce casi el 70 por ciento del total nacional.
Estudios confiman a Cuba como la de mayor relevancia en biodiversidad dentro del Caribe Insular, donde sobresale por sus altos índices de endemismo con más de tres mil especies autóctonas, de ellas 900 endémicas, universo que envuelve una fauna igualmente curiosa, con tendencia a evolucionar hacia el enanismo y al gigantismo.
En el tercer milenio corresponde a los cubanos la responsabilidad de legar para el futuro una tierra que fue bautizada por el almirante Cristóbal Colón, en 1492, como "la más hermosa que ojos humanos han visto", y donde hoy se emprende el rumbo a la armonía hombre-naturaleza, de la mano de las ciencias.
Entre esos lugares destacan la Sierra del Rosario y la Península de Guanahacabibes, dos de las seis Reservas cubanas de la Biosfera, donde el entorno inmaculado sugiere aún el signo de los orígenes.
Con la cima más elevada del oeste del país, el Pan de Guajaibón,de 692 metros de altura, la sierra alberga 800 especies de vegetación, decenas de reptiles y anfibios, y alrededor de 100 de aves, entre las residentes, migratorias y endémicas, como el Tomeguín del Pinar, que únicamente puede verse en esos montes.
Además, esa "vitrina natural" cuenta con la atractiva comunidad de Las Terrazas, que debe su nombre a la técnica agrícola del terraceo, favorecedora de los bosques, la cual imprime un curioso diseño a la vecindad de unos mil pobladores, empeñados en demostrar que es posible el equilibrio del hombre y su medio.
Por su parte, Guanahacabibes, en forma de cola de lagarto, agrega a la variedad de flora y fauna -parte de sus avales como Reserva de la Biosfera-, la calidad de múltiples playas, pero ninguna como "María la Gorda", que guarda en sus aguas las mayores concentraciones de coral negro del territorio cubano.
Mientras, el valle intramontano de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad, mantiene un sitio predilecto en la agenda de científicos y visitantes, desconcertados ante la peculiaridad de sus mogotes.
Así se denomina a las montañas de cimas redondeadas, que datan del período Jurásico y solamente existen en Halong, Viet Nam, y en ese paraje de la otra sierra pinareña, la de los Órganos, y enclave del sistema cavernario de Santo Tomás, con 50 kilómetros de longitud explorados.
Abundan sólo allí la Microcyca Calocoma -palma corcho-, verdadero fósil viviente, y la Oleacina Incisa, caracolillo carnívoro que se alimenta de sus semejantes, y difiere por ello de la mayoría de los moluscos terrestres, casi todos de hábitos alimentarios herbívoros.
Pinar del Río, ubicado en la longitud 84, reporta las mayores extensiones boscosas de la nación, con el 39,9 por ciento de su superficie poblada de árboles y, aunque prospera la industria forestal, es norma sembrar tres ejemplares por cada uno que se tale.
Uno de los mayores desafíos medioambientales actualmente es detener la salinización de la llanura sur, mediante acciones como la nivelación de los suelos y el perfeccionamiento de los sistemas de regadío, factores al centro de toda una estrategia que dará sus resultados a mediano plazo.
Vueltabajo registra la mayor multiplicidad biológica del país, después del extremo oriental de la Isla, y posee los más diversos tonos del color verde, manifiestos en arroceras, cañaverales y vegas de tabaco, cultivo del cual produce casi el 70 por ciento del total nacional.
Estudios confiman a Cuba como la de mayor relevancia en biodiversidad dentro del Caribe Insular, donde sobresale por sus altos índices de endemismo con más de tres mil especies autóctonas, de ellas 900 endémicas, universo que envuelve una fauna igualmente curiosa, con tendencia a evolucionar hacia el enanismo y al gigantismo.
En el tercer milenio corresponde a los cubanos la responsabilidad de legar para el futuro una tierra que fue bautizada por el almirante Cristóbal Colón, en 1492, como "la más hermosa que ojos humanos han visto", y donde hoy se emprende el rumbo a la armonía hombre-naturaleza, de la mano de las ciencias.
0 comentarios