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Marilyn...del Cuyaguateje

Guanahacabibes, misterios, leyendas......

Guanahacabibes, misterios, leyendas......

Tierra enigmática, de solitarias costas y de asombrosas leyendas, la península de Guanahacabibes, reserva mundial de la biosfera, fue el último refugio de los aborígenes del occidente que huían de los conquistadores.

La historia y las tradiciones de esta región se suman a los innumerables valores de esa porción oeste del país, donde se hallan las llanuras de arenas blancas y la zona lacustre mayor de la nación.
En el siglo XVII surgieron en ese entorno los primerosasentamientos de españoles o sus descendientes, en medio del momento más activo de la incursión de corsarios y piratas en el lugar.
Pero a pesar de la incertidumbre, se producía ganado, cera y miel, y el medio poseía condiciones excepcionales para adquirir allí maderas preciosas, alimentos y agua.
El Cabo de San Antonio y una parte importante de Guanahacabibes, siempre fue desolado e imposible de controlar, por lo que España no pudo ejercer como en otros sitios su absoluto poder colonial.
La extracción de madera y el carbón atrajeron a un mayor número de familias desde finales del siglo XIX y surgieron así pequeños asentamientos humanos en el mayor de los abandonos, hasta que la Revolución se encargó de transformar el nivel de vida de los habitantes de la península.
Hoy sus pobladores tienen empleo en la empresa forestal integral Guanahacabibes, o se dedican a proteger la flora y la fauna y a fomentar la cría de puercos en estado salvaje en diferentes puntos de su geografía, entre otras ocupaciones.
Con el mejor amigo del hombre como única compañía, a distancia protegen los rebaños de esos peligrosos animales jíbaros, con maña y mucha experiencia, transmitida de generación en generación.
Y en la tranquilidad de sus noches, tonadas y décimas recorren cada apartado rincón, al ritmo de los cuales afloran sucesos y leyendas . que son contados con orgullo, porque forman parte de la cultura e historia de la región.
Con sus riquezas por primera vez racionalmente explotadas, carreteras nuevas, radar meteorológico y la ensenada de Cortés, donde al parecer ancló sus naves el conquistador de México, Guanahacabibes definitivamente redimida se incorporó a la vida del país.
Nota: Mi abuelo paterno vivió en el Cabo, Felipe Blanco. Por tradición oral de la familia sé muchos de los pasajes, de ahí que conserve con mucho amor el libro de Luis Sexto El cabo de las mil visiones, lo recomiendo.

1 comentario

Luis Sexto -

Gracias, Marilyn, por tu referencia a mi librito. Conservamos amores parecidos. Yo amo también esa tierra. Nos vemos pronto, sobre el 2 de febrero, en Pinar del Río. Acabo ya el libro que me ocupa ahora.