La maestra Josefita

Con las vocales, diptongos, los productos, ecuaciones, sitios históricos,  fórmulas químicas, átomos, todo lo que enseñan los maestros, no se olvida totalmente. Sus enseñanzas se unen a nuestra vida y no nos abandonan nunca.

La escritora pinareña Nersys Felipe Herrera, dos veces premio Casa de las Américas con Cuentos de Guane – 1975- y Román Elé- 1976- no escapó a esa asociación que establecen los seres humanos con los conocimientos adquiridos, y no porque ella fuera maestra normalista, profesión que ejercicio en sus inicios, antes de dedicarse por completo a la radio.

En Cuentos de Guane ella pone en boca del niño narrador las siguientes palabras para referirse a la maestra Josefita: Con Chungo y Locha iba mamá a casa de doña Josefita, que era maestra y hermana de la abuela.

Dice mamá que doña Josefita vivía con Inés, su otra hermana, que era muy linda porque tenía la cinturita estrecha y daba besos de hormiguita, que eran unos besos chiquitos y rápidos que hacían cos1quillas.

¡Y cómo le gustaba la música!.....

Era que doña Josefita y su hermana le cantaban al niño el son viejo de La Ma Teodora, que ellas decían que tenía más de 300 años.

Doña Josefita era muy feliz, vivió con su hermana Inés y sus cinco hijos, quienes le decían mamá Chefa  y que como todos eran varones, dormían en el mismo cuarto en cinco camitas iguales.

Pero pasó que llegó a Guane una epidemia de tifus y a ella se le enfermaron los cinco hijos, y uno por uno se le fueron muriendo; le llegaron cinco penas, todas grandes y de un golpe…Esa era la historia triste de la querida maestra.

Mamá decía que era la mejor de todas porque quería a todos los niños de su aula como si fueran sus hijos.

¡Cuántas remembranzas puede traer una fecha, la del Día del Maestro,! ¡Cuánto sabor a vida  está presente en ese que de verdad siente por su profesión. Hay que inclinarse ante ellos siempre.