Blogia
Marilyn...del Cuyaguateje

¡Qué llegue el invierno!

¡Qué llegue el invierno!

Cuando se  aproximan los meses de verano, ya una se le hace la boca agua al solo mencionarlos, pero nada más por el hecho de las vacaciones, no por el clima aunque la playa y el campismo mayoreen en las opciones.

A Soto no se le sube la mostaza, como decimos los cubanos, pensando en los baños en el mar al caer la tarde, él piensa con obsesión, casi neurótica, en su biblioteca, a la cual le ha configurado un modo muy peculiar.

Durante todo el año sus pequeños libreros fueron acumulando polvo y desorden; los nuevos tomos que llegaban ocuparon sitios provisionales o se amontonaron en pilitas cercanas a la cama. Caos ordenados, pero caos al fin.

Y ahora en las vacaciones llegó el momento, casi terapéutico, de poner patas abajo el local. De recomponer y rememorar, con placentera paciencia, cada uno de los libros adquiridos y hacerlo con marcada cadencia, ya que era la hora de ajustar cuentas con las lecturas postergadas, de estar un poco más dentro de sus preferencias. Hay raros por vocación.

También hay gente que vino guardando fuerzas durante todo el año y solo tiene la temporada de ocio para resolver sus problemas, sea pintar la casa, reparar una ventana, todo lo que sean reparaciones domésticas. “Si una no resuelve ahora, en vacaciones, olvídate”, dice Silvia, pues todo lo que tiene que ver con papeleos, se alarga más y las oficinas no todas tienen el mismo horario que una.

Y están los raros, quienes aborrecen las vacaciones y trabajan y trabajan, aunque tengan la oportunidad del reposo. No resisten estar en casa, esas altas temperaturas los agobia, les doy la razón, solo por la comodidad en el vestir, vale la pena estacionarse pero de ahí no pasa; y también los hay que a la hora de tomarse un descanso largo, votan por los días grises del invierno, que en mi provincia no son tan fríos, solo la zona de Isabel Rubio, municipio de Guane, ha tenido bajos registros. Para estos últimos, nada más desagradable que el verano y su gemelo: el calor, yo me sumo a esa orquesta.

 

0 comentarios