Sumidero y el arte cinematográfico

Hace ya 37 años de la película cubana Los días del agua y parece que fue ayer, cuántas películas ya suma la cinematografía cubana! Al pasear por diferentes calles de este poblado, enclavado en la carretera de Luis Lazo, Sumidero, municipio de Minas de Matahambre, recodaba los ajetreos de entonces de los camarógrafos, artistas, luminotécnicos, personal de apoyo, en fin… todos focalizados en las buenas tomas pues las locaciones eran las idóneas para ello. Su éxito fue total

La historia de Antoñica Izquierdo, y de su secta de “acuáticos”, suceso real que acaeció en la provincia de Pinar del Río, en 1936, sirvió de argumento para Los días del agua, filme de Manuel Octavio Gómez, realizado en 1971. Fue estrenada en julio, en Vueltabajo.

Rodada en escenarios naturales, la película fue también el primer largometraje cubano de ficción en colores y con sonido directo, rasgos que lo sitúan también en un lugar destacado dentro de la historia de la cinematografía en la Isla.

Aquella cinta de Manuel Octavio, donde el realizador integraba recursos de la ficción y del más puro testimonio periodístico, que contó con el guión elaborado por su realizador junto a Bernabé Hernández y a Julio García Espinosa, se sostuvo dramatúrgicamente por varios elementos, entre los que sobresalen la excelente actuación de la actriz Iraida Anreus, quien supo entregar la apasionada tensión de su personaje, el de una mujer que curaba las enfermedades sólo con agua, como acto mágico-religioso, a la manera de una iluminada, así como por la fotografía de Jorge Herrera, la edición de Nelson Rodríguez y la música de Leo Brouwer.

Sumidero atesora muy buenas imágenes en el más amplio sentido de la palabra. De aquí también surgió la impresionante foto de Alberto Korda La niña y su muñeca de palo, que aún se mantiene en las exposiciones del nunca olvidado fotorreportero por ser maestro de maestros tras el lente.