Nos veremos en Beijing

 

Así retó a sus rivales la pinareña Yarelis Barrios, primera medalla de Cuba en el disco femenino y en el XI Campeonato Mundial Osaka 2007 OSAKA.-Pese a que Cuba ha tenido hasta una campeona olímpica -Maritza Martén, en Barcelona 1992-, la historia de los campeonatos mundiales no recogía hasta este miércoles de finales de agosto a ninguna medallista de la mayor de las Antillas.

 

Y ha sido una debutante a este encumbrado nivel, Yarelis Barrios, fornida morena pinareña de 24 años, quien inscribió su nombre en tan selecta relación de galardonados con una medalla de bronce. Parejamente se convirtió en la "vedette" de los periodistas, por tratarse de la primera galardonada de una delegación habitualmente ganadora que, sin embargo, en estas lejanas tierras "del otro lado del mundo" esperó con ansiedad hasta la quinta jornada para disfrutarla.

 

No solo dijo que estaba muy emocionada, muy contenta, muy feliz, lo cual era visible, sino que este periodista también pudo sentirlo en el efusivo abrazo de congratulación entre compatriotas, a su llegada a la zona mixta, donde se agolpan los enviados de la prensa en busca de las primeras confesiones.

 

"Dedico esta medalla, que para mi es un triunfo, a mi mamá, a mi papá, a mi entrenador, Raúl Calderón, a todos los que me apoyaron y a mi pueblo de Cuba.

 

"Me he sacrificado mucho y viajado mucho en esta última etapa por lo que creo merecer esta recompensa, dijo en alusión a un largo periplo que inició coronándose campeona panamericana en Río de Janeiro (61.72) a finales de julio, con regreso a Cuba y viaje hacia Bangkok, Tailandia, donde volvió a coronarse (61.36) en la Universiada, casi a mitad de agosto, tras lo cual hubo de regresar de nuevo para de inmediato viajar más lejos todavía hasta Osaka.

 

Pero también es dura consigo misma al enfatizar que "pude hacerlo mejor y entablar más batalla de repetir o acercarme a mi mejor resultado, de 66.68, logrado en Jamaica, en marzo".

 

(Dicha cifra, igual que otras destacadas, no han sido reconocidas, alegándose la ausencia de algunos requisitos, razón por la cual aparece oficialmente el 63.90 bronceado como marca personal.)

 

"Ni la alemana (Dietzsch-66.61) ni la rusa (Pishchalnikova-65.78) son inalcanzables", respondió rápido y enseñó las uñas: "En Beijing nos veremos de nuevo".

 

En la competencia ¿qué te motiva?, le preguntaron, y tras pensarlo brevemente dijo que trataba de hacerlo cada vez mejor para destacarse y que su entrenador pudiera acompañarla, pues como el disco no andaba bien y las cuotas son reducidas seleccionaban a otros primero.

 

Contó que nació en la misma cabecera provincial pinareña y comenzó a entrenar desde los 15 años en bala y jabalina, hasta que alguien la vio y sentenció que era buena para el disco. Recientemente concluyó la Licenciatura en Cultura Física, por lo que su mente ha estado liberada de preocupaciones de estudios y "pude entrenar con más dedicación en esta última etapa".

 

Sobre el origen de su nombre solucionó la curiosidad al explicar que "mi mamá me iba a poner Yureidis, pero a la hora de inscribirme apareció el Yarelis. Ahora tengo el compromiso con ella de ponerle aquel nombre a mi primera hija".