En la cola del caimán se exigió justicia
"El 6 de octubre de 1976 esperábamos el regreso de nuestra hermana, quien supo poner bien en alto los colores de nuestra bandera, pues ella formaba parte del equipo nacional de esgrima. Ya la veíamos con sus medallas de oro y de la dignidad para nuestro pueblo.
"No pudo ser, porque la mano asesina colocó la bomba que segó su vida y la de sus compañeros", dijo con profundo dolor María Amelia Uranga Romagoza, hermana de Nancy, muerta en la voladura del avión de Barbados, por el más connotado terrorista de América Latina, Luis Posada Carriles, en el multitudinario acto de reafirmación patriótica, que tuvo lugar en la Plaza Provisional de la Revolución de Pinar del Río, donde miles de cederistas, federadas, trabajadores, expresaron su repudio a la liberación de ese asesino.
También manifestaron su condena el prestigioso pelotero pinareño Pedro Luis Lazo, pítcher del equipo Cuba, quien agradeció a la obra de la Revolución el haber podido representar a nuestro Archipiélago en diversas competencias internacionales.
Y Agustín Pérez González, instructor de arte, y Miladys Valdés Abascal, por la Federación de Mujeres Cubanas, se unieron al reclamo de que se haga justicia, pues un asesino no puede estar suelto.
La Plaza queda al frente de mi hogar, y desde horas del mediodía, unos con gorras deportivas, otras con sombrillas se dirigían al lugar de la cita. Hacia ella también marcharon estudiantes uniformados, pueblo en general para condenar tal decisión del gobierno de Estados Unidos de liberar al terrorista Luis Posada Carriles
Marilyn Blanco
1 comentario
Zenia -