Copa América - Uruguay adelanta a Argentina en su casa

Los charrúas pasaron por encima de Paraguay en Buenos Aires y se proclamaron campeones de América, superando así a Argentina con 15 títulos.

Argentina, dónde estás?", rezaba una pancarta en la grada del Monumental de Buenos Aires antes de que echara a rodar el balón en una final en la que, supuestamente, debían medirse Messi y quizás alguno de esos jugadores llamados a la nueva gloria que sin embargo se perderán por el camino. Pero llegaron Uruguay y Paraguay, y ganó la primera, que además lo hizo bien, pasando por la derecha a la albiceleste en cuanto a títulos continentales se refiere (15).

El encuentro comenzó con un arrebato de fútbol uruguayo, del que Paraguay apenas había tenido noticias durante el torneo. Así, en menos de 10 minutos, los de Tabárez ya habían botado cuatro córners y provocado un penalti y expulsión que el árbitro perdonó porque todavía había gente que no había encontrado su asiento en la grada del aún triste estadio que cobija a River Plate.

Suárez y Forlán, a la historia

Luis Suárez no quiso perder más tiempo y destruyó a la defensa paraguaya con una gran maniobra antes del cuarto de hora. Subió así el 1-0, la primera celebración sincera de la tarde y un apretón de manos a la historia, que desde 1995 le debía a Uruguay una de esas alegrías en forma de título con la selección absoluta. Entonces llegó el momento de Forlán.

El todavía jugador del Atlético, revalorizado a posteriori (cuando es el protagonista el encargado de dirigir esos focos o de mantenerlos apagados si decide que el crítico no es merecedor de su sonrisa), apareció para fusilar la meta guaraní, subiendo el 2-0 con un zurdazo que llevó la pesadilla a la cama de una hinchada ilusionada en exceso a pesar de llegar a la final sin saborear la victoria antes.

Paraguay y la sombra

La segunda mitad trajo pelea y desconcierto. No pelea de ring, sino pelea de balón. Paraguay asumió la charla del descanso y envió una obra de arte al larguero, buscando ese ripio de suerte y épica que casi siempre falla cuando uno no merece mayor premio. Uruguay contuvo y, dioses y méritos mediante, apretó hasta que al final Luis Suárez y Forlán volvieron a asociarse para clavar el 3-0.

El Monumental de Buenos Aires, de River y de una gran parte del fútbol argentino en general, rechinó los dientes, porque a esa pancarta que reía la ausencia de la albiceleste, y a la caída de Los Millonarios a la Nacional B, se une ahora el sonrojo de ver cómo tampoco ya son los más grandes de América. Le toca jugarla a Uruguay.

-Eurosport-