El río Cuyaguateje

 ¨Los Baños le decían a aquel rincón del Cuyaguateje porque tenía arenas blancas, piedras verdiazules y sombras de pomarrosas; y porque allí se podían bañar  los que sabían y y los que no sabían nadar....¨ Esta descripción de Nersys Felipe en el cuento infantil Román Elé, premio Casa de las Américas 1976, dice como es este río y que los guaneros lo tenemos como nuestro.

El Cuyaguateje, río más extenso de la región occidental de Cuba, manso la mayor parte del año, puede ser bravío en ocasiones,  en temporadas ciclónicas, como lo demostró el pasado año sobre todo ante las intensas lluvias provocadas por el huracán Ike

Ahora que se acerca el período lluvioso es preciso recordar que  las inundaciones producidas por su desbordamiento suelen incomunicar varios lugares de la porción oeste pinareña, como a Isabel Rubio con Guane, entre otros sitios.

Precisamente, el municipio de Guane debe su fundación al Cuyaguateje, por las fértiles tierras que lo circundan, buenas para el cultivo de tabaco y diversidad de renglones agrícolas, en tanto los campesinos ven con sobresalto el ímpetu de sus crecidas.

Temido y amado, el río tiene su historia, pues a sus orillas se detuvo en 1896 la columna invasora independentista, camino a Mantua, al tiempo que el mayor general Antonio Maceo cumplió el deseo de humedecer su rostros con las aguas del Cuyaguateje.

En su área de cuenca, una de las ocho mayores del país, viven más de 20 mil  personas y de la conducta ambiental de ellas, así como de los centros socioeconómicos allí ubicados depende la buena salud del gran caudal, lleno de paradojas, como todo lo inmenso.

El 73 por ciento de sus tierras adyacentes está cubierto de bosques, sin embargo los científicos insisten en no cejar en la evolución integral de la zona, con énfasis en el uso correcto de los recursos hídricos y la disminución de la carga contaminante en esa región de leyendas.