Ángeles y demonios

Como cualquier mortal tengo mis ángeles y mis demonios, pero eso no impide un objetivo: defender aquellas acciones justas, causas importantes pues con ello contribuyo al crecimiento espiritual del ser humano.

En este sentido, creo, soy una persona equilibrada, y cada día voy aprendiendo más, porque esos ángeles que me acompañaron y acompañan velan porque permanezca en mi una vocación para observar, oír y disfrutar de las cosas limpias, transparentes,, y sentir dolor por lo que dañe al hombre.

Nací en mi pueblo querido, Guane, me crié en un medio obrero-campesino y cuando llegué a La Habana para hacer el primer año de preuniversitario, becada, vi que mayoreaba la gente que dicen sabérselas todas, entonces me di cuenta de que no tenía herramientas algunas para enfrenatrme a sus calles, luces, cines, en fin...volví a mi terruño. Estudié en la capital pinareña y ya cuando fui a hacerme una profesional a la capital del país, nuevas fortalezas llevaba en mi jolongo. Aprendí en esos años a desarrollar la capacidad de que esos ángeles me rondaran siempre, a saborear alguna que otra vez las fantasías, soñar, y que los demonios no me hicieran en una persona malvada y llena de intereses. Bueno aprendí que sí, la semana tiene más de siete días, como dice la canción, y que la vida es una, hay que vivir cada instante, buena fórmula, pero lo mejor de mi vida es mi hijo.