Blogia
Marilyn...del Cuyaguateje

Reír, siempre reír

Reír, siempre reír

Expertos aseguran que reírse con ganas rejuvenece, relaja los músculos y mejora la capacidad respiratoria.
Los efectos de la risa no son únicamente físicos, también son psicológicos y es que, después de reír durante un rato, las personas se sienten más felices, comunicativas y llenas de energía, lo que las hace enfrentar la vida de un modo mucho más positivo.

Con la carcajada se ensanchan los pulmones y son oxigenados los tejidos, por lo cual se facilita la respiración, al tiempo que se origina un estado de relajamiento general, motivado por el descenso de la presión sanguínea y del ritmo cardíaco, según el Profesor cubano Ignacio Zarragoitia Alonso.
Los estudios científicos, citados por este especialista, también demuestran que evita la depresión y la angustia y que varios minutos continuados de risa actúan como analgésico.
En este sentido, sostiene que al reírse una persona entran en funcionamiento cerca de 400 músculos y el funcionamiento de algunos de ellos solo se puede realizar por esta vía, lo que ayuda a liberar la tensión acumulada en la columna vertebral y disminuye el dolor.
Apunta que como técnica, la Risoterapia se utiliza para eliminar bloqueos emocionales, físicos y mentales.
No fue hasta la década de los años 60 del pasado siglo, cuando comenzó a estudiarse el humor en la vida y en la salud del hombre.
Durante el desarrollo del ser humano, uno de los elementos que más atrae a las personas es la risa.
El Doctor Zarragoitia advierte que no hay que sentirse bien para buscar tener buen humor, a pesar de las adversidades de la vida, el hombre se debe entrenar constantemente en mantener el ánimo y la disposición al chiste y la broma.
Sonreír o reír no significa que no se tomen las cosas en serio, por el contrario.
Lo primero que pierde un paciente con trastornos mentales (salvo en algunas enfermedades) es la capacidad de reír.
Si se sigue esta línea de razonamiento, la salud mental también estaría dada por la persistencia del buen humor y la capacidad conservada de reírse.
Y es que no se trata de ver al humor igual al chiste. Se  hace referencia al humor como medio de enfrentar la vida, darle a los problemas la importancia en su justa medida.
El humor no es para reírse del prójimo, de la desgracia ajena, del que tropieza o resbala con una cáscara de plátano o el chiste del cake en la cara; pues esto resulta algo infantil.
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de deshacer al organismo de energía negativa, algo que ha sido científicamente demostrado al descubrir que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
El córtex prefrontal medial es el área que se asocia con la risa, según investigadores del Instituto de Neurología de Londres y de la Universidad de York, en Toronto, Canadá, publicada en la revista Nature Neuroscience.
Por otra parte, en un estudio publicado en la revista “Archives of General Psichyatry” se plantea que la mortalidad por patologías cardiovasculares es mucho menor entre las personas optimistas.
Una investigación desarrollada durante 10 años por un equipo de psiquiatras y psicólogos holandeses acaba de demostrar que las personas con una visión optimista de la vida tienen menos probabilidades de morir a causa de una enfermedad cardiovascular que aquellas que ven su existencia como un valle de lágrimas, especialmente en la tercera edad.
Algunas recomendaciones para fomentar el buen humor son asistir frecuentemente a espectáculos humorísticos, ver películas cómicas y tratar de tener en mente siempre algunos chistes.
Para que su buen humor caiga realmente bien, no hay nada mejor que  buscar el lado gracioso de las situaciones, no trágicas, pero sí de los problemas, imprevistos o situaciones embarazosas.
Fomente todo el buen humor que pueda conseguir de otros, y estimúlelo con el suyo propio.
Y siga el consejo de William Shakespeare: “Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa, que con la punta de la espada”.

0 comentarios