EL PRIMER AÑITO

Fue un 9 de febrero en que nació este lugarcito, pero aunque el calendario es indiscreto a matarse, para mi no deja de ser cierto que existe. Muchas intermitencias tecnológicas han sucedido durante la trayectoria, de las que gracias a quienes me leen y ayudan, he sabido sobreponerme.

Los sueños muchas veces se hacen realidad a fuerza de tesón. Así he tratado de demostrarlo durante estos doce meses en que me abrí al mundo. Quizás bendecida por las aguas del Cuyaguateje, ese caudaloso río de mi provincia, que por cosas de la vida dicen que la mayor pertenencia de él la tiene mi pueblo, Guane, por eso preferí ese nombre.

No alcanzaría este espacio, que quise acortarlo para no caer en repeticiones ni olvidos, en agradecerle a todos los que me incluyen en sus enlaces y si no he sido recíproca es porque aún estoy aprendiendo en estos menesteres, pero no duden que los sigo y tengo muy presentes.

¿A quien debo agradecimientos? Recuerdo que Ortega y Gasset se refirió a que el hombre - genérico por supuesto-  se debe a él y su circunstancia. Parafraseándolo digo que una es una y quienes la quieren, porque si les falta eso, el camino es tortuoso, lento, escabroso. Yo quiero celebrar este acontecimiento sencillamente con quienes me quieren, acunan, me soportan...